Paraíso Inhabitado
Ana María Matute
Editorial Destino, Barcelona, 2008
ISBN: 9788423339280
La lectura de libros como Paraíso Inhabitado es todo un placer. Y no sólo por lo que cuenta, que es, sin lugar a dudas, de primera calidad, sino por el lenguaje tan rico, la expresión cuidada, acertada, exquisita con que está escrito.
Ana María Matute presenta una narración con tintes autobiográficos, aunque la propia autora afirma siempre que la novela no es la historia de su infancia, a pesar de que, a veces, se parece mucho.
Paraíso inhabitado narra el paso de la infancia a la madurez de Adriana, una niña de la burguesía española de los años 30 que, a pesar de pertenecer a una familia numerosa, es una especie de "huérfana afectiva". El libro comienza con una frase demoledora:
“Nací cuando mis padres ya no se querían”.
El lector ya está preparado para todo lo que va a venir después.
Adri es una niña especial, encerrada en sí misma hasta hacerse invisible (como los gnomos), con un rico mundo interior formado a base de lecturas y de imaginación, y que no comprende el mundo de los adultos (Los Gigantes), mundo intransigente y absurdo que la convertirá en “mala” haga lo que haga.
Junto a ella encontraremos a otro ser puro, angelical, el niño Gavi, solitario y también huérfano afectivo”, con el que se sentirá tan unida que afirmará que son siameses.
Ana María Matute utiliza dos tipos de personajes secundarios. Por un lado, los que representan la sociedad cerrada, intransigente, burguesa, en la que sólo la apariencia y la convención social importan: su madre, hermanos, Cristina… Y, por otro lado, los personajes que representan la libertad, el amor, la amistad, etc. Las Tatas María e Isabel, la tía Eduarda o Teo, el tutor de Gavi. La autora toma partido claramente por estos últimos, por la forma en que los presenta o cómo los ve la protagonista, narradora en 1ª persona.
Pero además de la trama en sí, Ana María Matute nos deja leer entre líneas cómo se va preparando la guerra, cómo las convenciones sociales dañan a los más débiles, las diferencias entre las capas sociales, etc. Y todo ello escrito con una transparencia tal, que hace completamente creíble todo lo que cuenta. Ana María Matute habrá escrito esta obra con un montón de años a sus espaldas, pero cuando nos encontramos con Adri, estamos viendo a una niña, a la niña que Ana María Matute fue, sin que sus palabras o pensamientos se hayan contaminado del mundo adulto de su autora.
No voy a contar nada de la trama, aunque sí diré que, cuando terminas, te queda un cierto sabor agridulce.
Paraíso inhabitado es una gran novela, así como su autora es, desde mi punto de vista, una gran escritora
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