La mecánica del corazón
Mathias Malzieu
Editorial Mondadori, Barcelona, 2009
ISBN 978 84 397 2195 6
La mecánica del corazón es un libro sencillo, que se lee con facilidad. Su temática gira en torno al eje amor- corazón-reloj, haciendo que el lector ponga más de su parte que lo que realmente se cuenta.
Es cierto que, cuando se está leyendo este libro, uno se imagina transitando por los paisajes de Tim Burton, al que intenta imitar, con una ambientación entre gótica y antigua.
Se puede decir que el autor es original en el planteamiento de la historia, pero sin llegar mucho más allá, porque no profundiza demasiado en nada, ni en personajes ni en situaciones.
La historia está narrada en primera persona, lo que garantiza una cierta verosimilitud, a la vez que ejerce de filtro, haciendo que veamos el mundo a través de los ojos del protagonista.
La prosa quiere ser poética, pero a veces repite viejos tópicos o exagera en su intento de crear imágenes originales.
Es muy interesante la aparición del personaje de Georges Meliès, precursor del cinematógrafo, inventor y mago, que juega un papel necesario en esta historia (por cierto, esto ocurre también en la estupenda La invención de Hugo Cabret, novela gráfica de Brian Selznick, publicada por SM).
Pero La mecánica del corazón es un libro que tiene muchos fallos. Demasiados.
En primer lugar, el autor, Mathias Malzieu, no se ha molestado en contrastar elementos históricos completamente imposibles en el momento que describe. Si no hubiera situado en unos años concretos la historia, podría valer. Si no estuviese narrado en 1ª persona, también, pues el narrador podría pertenecer a otra época. Pero tal y como ha escrito La mecánica del corazón, hay una serie de datos que chirrían y mucho.
Por ejemplo, cuando hace una comparación con una maqueta de un estadio hecha en plástico. El plástico se comercializó en 1930 y se hizo popular mucho después. La historia de Malzieu termina en 1892.
O cuando en la página 147 habla de sentirse aplastado por un avión. Lo mismo. A partir de 1890 se empiezan a hacer pruebas de aviación, pero no es hasta 1903, cuando los hermanos Wright consiguen vuelos propulsados y continuos con un aparato más pesado que el aire. Difícilmente un avión puede ser algo habitual para hacer una comparación en esa época.
Pero también la editorial ha descuidado su trabajo: hay errores tipográficos, a veces faltan palabras y ... HAY FALTAS DE ORTOGRAFÍA:
"solo un epitafio gravado" (pág. 55)
Y el traductor se deja dominar por estructuras "calcadas" del francés, que en castellano no utilizaríamos:
"nada de tonterías, sobre todo" (página 149)
además de algún que otro galicismo o de expresiones muy encorsetadas, demasiado pegadas al original.
En definitiva, La mecánica del corazón parte de una buena idea pero ha sido mal realizada. Desde mi punto de vista, lo mejor del libro es... su portada.
La versión animada promete mucho más que la escrita y recuerda mucho más a Tim Burton:
3 comentarios:
También hay un anacronismo relacionado con el tour de Francia, que aún no se corría en los años en los que transcurre la acción. Pero, quitando sus fallos, no deja de ser una historia bonita. Un saludo
Pues si que le has encontrado fallos al libro. Tengo ganas de leerlo por la historia en sí pero tienes razón en que podría estar mejor.
Pues yo aún no lo he leído aunque tengo ganas. Por cierto que El baile de la victoria anda por casa, pero tampoco lo he "devorado". ¡Saludos! :D ¡Me quedo como seguidora!
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